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16 septiembre 2010

QUIEN FUERA NIÑO.....

Antes de nacer mi hijo, cuando me preguntaban: ¿tu qué eres?, como si tu profesión fuera lo más relevante de tu vida, contestaba en función del trabajo que tenía en ese momento.
Ahora, trabaje en lo que trabaje, siempre digo que soy madre, después, todo lo demás.
Aquí hablo mucho sobre  mi niño, pero no lo puedo evitar, ya que la mayor parte de mi tiempo es para él,  porque las mejores anécdotas y las mejores carcajadas son suyas.

Dicho esto, os cuento algo que vi el otro día en la plaza donde suele ir a jugar, una plaza con un sinfín de ventajas, como por ejemplo, la de tomarte un café mientras él juega, sin perderle de vista.
Allí estaba yo , disfrutando de ese negro líquido al que soy adicta, mientras contemplaba como iba de aquí para allá, comprobando como la suciedad de todo él, es directamente proporcional a los minutos que pasan.
En la mesa de al lado, tenía a dos señoras muy peripuestas y a un chaval de la edad del mío sentadito en una silla, sin moverse.
No dejaba de mirar lo que hacía mi hijo y sus amigos, enfrascados en la búsqueda de un gusano en las jardineras. En un descuido de su pulcra madre, se levantó y fue hacia allí.
Pobre, cuando su madre lo vio, se levanto como alma que lleva el diablo, y lo trajo a rastras regañándolo sin cesar.
_¿No ves que te vas a ensuciar? Mira que manos. Vete ahora mismo a lavártelas.
El niño, no se si obedientemente o en plan sumiso, se fue al baño con los hombros hundidos bajo el peso de su polo "Lacoste", mirando con resignación al cocodrilo más limpio que he visto en mi vida.
En ese momento pensé, que mala madre soy, el mio esta lleno de mierda hasta las orejas, y lleva esa camiseta descolorida de Ben Ten que no quiere quitarse .
Cuando esa criatura de ojos tristes volvió  y se sentó, su progenitora le volvió a recriminar con una educación exquisita, su falta de corrección a la hora de sentarse.
Ahí me dije: la cagaste, teniendo en cuenta que hacía un instante le había dicho a grito "pelao"al guarro de mi hijo, que le iba a cortar la cabeza si se le ocurría arrancar una planta.
Después de observar el panorama de mi izquierda, y pensarlo detenidamente, no creo que sea yo la que esté equivocada.
Hablamos del maltrato psicólogico en los menores. Ni un azote, ni un grito, ni una sola palabra negativa  a la hora de reñirlos, explicaciones que para ellos resultan extrañas....
No sé si lo estaré haciendo bien o mal.Nadie me dio un manual. Lo que si sé, es que en esa cara tan sucia hay una sonrisa enorme. Que cuando amenazo con desmembramientos, mi hijo me habla de infinitas posibilidades de hacerlo, recordándome que la sangre se quita fatal de la ropa, y cerrando  el tema con un "valeee" y un beso teñido de tierra.
Leo biografías de personajes famosos, con infancias terribles. Si me guío por este dato, el mio no será importante porque está teniendo una niñez muy feliz.
El crío de la mesa de al lado, huele a suavizante. El mío, huele a bicicleta y goles parados.
El crío de la mesa de al lado, escucha conversaciones de adulto. El mio, oye risas y golpes de balón.
El crió de la mesa de al lado, mira con temor a su madre. El mío, me ve con amor y mucha ternura.
La vida ya se se encarga de encorsetarnos de mil maneras. No se es más libre, que cuando eres niño. Me niego a prohibir ese derecho.
Así que, con esta afirmación, me voy a poner tres lavadoras y a alimentar con lechuga a un gusano estresado.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Elo

Ay qué lindo lo que cuentas, y acabo de descubrir que compartimos una adicción al café :)

A mí me pasó algo parecido con mi hijo mayor que a los 3 años no podía estarse quieto y opté por lo mismo que tú; dejarlo que juegue, que se ensucie, que disfrute de su niñez.

La mía fue muy feliz porque me la pasé jugando en la huerta de mi abuela y mis rodillas siempre estaban magulladas, pero no cambiaría eso por nada.

Un eborme abrazo

Abril Ansurez dijo...

Ya tenemos otra cosa en común. Yo tampoco cambiaría mi infancia por nada del mundo. Fui una niña de barrio,de calle,con unas piernas impropias de una señorita, pero mas feliz que una castañuelas, y parte de lo que soy, se lo debo a esa niñez estupenda.
Que la disfruten y que la alarguen todo lo que puedan.

Un besito

Cuquisev dijo...

Si totalmente de acuerdo,la niñez son recuerdos imborrables e impagables.. que ademas duran toda la vida.
Besos.

isolde dijo...

Elo! esta buenisimo! y me he sentido totalmente identificada, desde al café a contestar que yo soy mama jaja. Cuando mis hijos eran pequeños siempre saliamos impolutos pero la vuelta era otro cantar....vamos derechos a la ducha sin parada en boxes....solo se es niño una vez y adulto toooooda la vida. Repito me a encantado y es un gusto leerte. Besos

Roskyy dijo...

Estoy totalmente deacuerdo con todo lo que comentas, a demás de haber pasado un buen rato leyedolo con esa forma tan directa y atrayente de tus escritos.
A pesar de ser libra y querer tener todo controlado, en la niñez hay que dejar que jueguen,se ensucien,se equivoquen y aprendan .