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16 abril 2014

DESCONEXIÓN PERMANENTE

No sé si los años dan sabiduría o tienden a hacernos “desaprender”.
Cuando todas tus experiencias, esas que te dejan marcado, se convierten en recuerdos que solo añoras porque cualquier tiempo pasado fue mejor, tiendes a bucear en lo nuevo, en aquello que antes te parecía inimaginable.
No creáis por mis palabras que ya lo tengo todo vivido o que mi edad supera mucho más a la vuestra, auque si he de confesar que dejé hace algunos años la treintena.

En todos esos pasos que he dado, topé de bruces con las redes sociales. Hasta ese momento nunca me habían interesado. Inmersa en una rutina desbocada, sin tiempo ni para mirarme en un espejo, mi necesidad de expresarme pasó a un segundo plano.
 Pero como la vida es así de perra, que te descoloca y zarandea, casi de la noche a la mañana me encontré con un exceso de tiempo, un ordenador y una red de ADSL.
Así entré en el mundo de experiencias compartidas, con conocidos y extraños.
Primero fueron comentarios en un blog, luego mi propio blog, Messenger (que época aquella), facebook y por último twitter.

Twitter fue un descubrimiento tardío y tímido. Me atrajo su inmediatez, la pérdida de tus ciento cuarenta caracteres en un Time Line que los absorbe con tal rapidez, que pasan a ser un destello, la oportunidad de expresar un gran pensamiento en un par de frases que obligan a reflexionar y a reir.

¿Quiénes estamos en twitter? ¿Qué hacemos en ese mundo paralelo? Y no hablo de los “tuitstar”, ni de aquellos que promocionan algo, hablo de los pocosfollowers sin pretensiones.
Uno de los últimos tuits que leí decía “Tuiteamos los que no tenemos a quien escribir”
Gran verdad en pocas palabras, y si nuestra mayor parte del tiempo la pasamos metidos en ese mundo, es tiempo que no dedicamos al real.
Hacemos saber el olor de la gente que está en el metro, nuestro desayuno, comida y cena,si nuestra visita al baño fue fructífera, nuestra rabia y nuestra alegría.
Seguramente cada tuitero tenga sus propias razones, las mías, sin duda, no son más que poder contar las muchas cosas que me callo. Y esa mujer a la que alguien lee, es la misma que vive en el planeta Tierra, solo que la mayoría de las veces nadie la escucha, y si lo hacen, no puede permitirse el lujo de sacar fuera todo lo que lleva dentro, porque los tsunamis destruyen y arrasan, y mi tsunami interior está enfurecido por muchas causas.

Y así acabas lanzando mensajes a quien no te lee, un desahogo breve, rápido e instintivo, que provoca una sensación de paz seguida a veces de una dolorosa soledad.
Durante todo ese proceso, comienzas a interactuar, a ver personas detrás de los avatares, a veces con vidas muy similares a la tuya, y en otras ocasiones totalmente dispares.
Hoy un FAV, mañana un RT, pasado un DM….y esa cuenta tiene un nombre, y resurge en tu interior la idea de una amistad porque sabe de lo que le hablas, porque está disponible cuando tu también lo estas, porque hay “algo” que compartes.
Sí, lo sé, también lo puedo encontrar en mi día a día, pero mis momentos para hacerlo ya han sobrepasado la noche, o estoy metida en un autobús camino de casa, trabajando, o enfrascada en la rutina que toca,  y mi cabeza solo para cuando todo esta hecho, cuando solo hay una luz encendida en casa, cuando tengo esa media hora de silencio.

Twitter te proporciona una conexión permanente, que te produce una desconexión perpetua. Una irrealidad de cosas que empiezan a importarte y que realmente no importan. Te encuentras con quien da la cara, con quien como tú se escoden tras otra imagen, con quienes hacen suya una personalidad que no les corresponde, y al final es el juego del quien es quien de ínfulas paranoicas.
Deberíamos tomarnos ese saco sin fondo de palabras perdidas como lo que es. El lugar para vomitar lo que nos hace daño, el de las risas que aflojan nudos en la garganta, el de las reflexiones feroces, el  de los deseos contenidos y también el de los desatados, pero con la importancia de la desaparición inmediata. Del estoy hoy pero ya me cansé para mañana, del de te escupo, porque aquí no eres persona, y te halago porque te idealizo, del hoy te busco pero si desapareces me olvido.

Expresémonos, sacudámonos, gritemos y lloremos, riamos a carcajada limpia….y descansemos cuando es mundo de los ciento cuarenta caracteres sea más importante que en el que vivimos.
Solo importa si tú le das importancia.


@casi_gato

1 comentario:

Unknown dijo...

tan cierto pequeña... me comenzare a actualizar de todo ... necesito tus consejos y tu sabiduria... de nuevo por estos lares...