Me apetecía hablar sobre esto, porque lo disfruto muchísimo.
Todo comenzó por el mes de Agosto. Una dirección de correo electrónico, una pregunta y una respuesta. Así nos conocimos AC y yo.
Nuestra relación de mensajes enviados y recibidos comenzó tímidamente.
¿Te sirvió mi respuesta?, ¿Cómo estás?, Te recomiendo este libro…
Nos suelen dar las cuatro o las cinco de la madrugada con conversaciones interminables a base de mails demasiado extensos, pero qué otra cosa puedo hacer si le tiene una fobia desmesurada a los los chats…
El caso es, que el domingo estuvimos hablando de una novela que nos habíamos bajado de la página de Traducciones Homoeróticas, Me enamoré de un zombi de Sean Kennedy, y derivó en un debate, entre otras cosas, sobre la diferencia en la literatura homoerótica escrita por hombres y por mujeres, y la actitud del sexo vista por los dos géneros.
Lo que me gusta de AC, es que si le pides una opinión, y a veces aunque no se la pidas, te suele contestar sin paños calientes, lo que le agradezco muchísimo. El piensa que lo que escribo, no sin cierta timidez, es más LGTB que otra cosa. Siempre apuntilla que me escudo en este tipo de relaciones para no abordar las hetero, que me suelen doler más, y puede que no le falte razón.
Me fui por las ramas. A lo que voy, es que él dice que sabría diferenciar perfectamente sin saber el autor, que libro de este tipo esta escrito por hombres y por mujeres.
Evidentemente, por muy fuertes que sean las escenas, nuestra visión suele ser muy diferente, ambas estupendas a mi parecer, pero distintas en la forma de abordarlas.
Solo hay que darse un paseo por el panorama actual. Desde la crudeza sin tapujos de Khaló Alí, pasando por el humor y frescura de Julián Almanzón y Alfonso Casas en Marica tú, hasta llegar a las descripciones maravillosas e inolvidables de Miguel G. en Cambio de Rumbo, eso citando solo alguno de los autores masculinos que tenemos hoy en día.
Fijaros lo que dio de sí, el comentar ciertas decisiones que el protagonista de Me enamoré de un Zombi, toma con respecto al sexo.
Tú no actuarías de esa forma ni de coña, me dice AC, aludiendo a mi condición femenina.
Pues mi querido amigo, desde aquí me reitero en mi postura. Por suerte, ya somos muchas las mujeres que, por fin, tenemos una actitud “masculina” ante el sexo en la vida real, aunque nos guste un poco de ese toque femenino en la literatura, pero debo reconocer que la visión masculina me ilustra en muchos momentos.
Para que veas como han cambiado nuestros hábitos, voy a ser yo la que te recomiende un par de novelas con una visión muy actual: Amor, sexo y contradicciones y Más sexo y menos Nueva York de Catherine Townsed.
Hace unos veinte minutos que nos dijimos hasta mañana, y son ya las 4: 30 AM.(no entiendo ni como he podido escribir esto)
XD supéralo y ábrete una cuenta en el MSN, odio esperar lo que me tienes que decir…
Y a vosotros, deciros que por aquí han salido unas estupendas referencias, y que si a alguien le apetece opinar será muy bien bienvenido.
Ahora sí, me voy a dormir.
1 comentario:
Hola Elo
Yo creo que tu amigo tiene mucha razón en varias cosas ^^ aunque sí es cierto que en gringolandia el HE que hacen es distinto al nuestro.
Un abrazo
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