Las musas me acompañaban, y mis dedos más o menos ágiles,se deslizaban por el teclado.
Después de muchos días sin poder dedicarlos a mi relato, por fin iba a ver la luz.
Dicen que todo ocurre por una razón, pues que alguien me explique porque a mi hijo le dio por tocarlo todo, y borrar tanto esfuerzo.
No tengo relato, ni musas, pero si un cabreo inmenso.
En fin..... Volveré a empezar
3 comentarios:
Ay, sé lo que se siente. Ánimo, quizá al volver a escribirlo salga mejor. Ya sé que no es un consuelo pero las veces que me ha pasado me lo he repetido sin cesar hasta reconstruir lo perdido.
Un abrazo
Quiero creerte, desde luego la mala leche que tengo ahora mismo no me deja ni pensar.
Quizás mañana.
Gracias por los ánimos.
ayyyyyy diooos!! a mi me pasó con la primera novela que escribí, con 13 años, eran 200 páginas, y eso para mí era el mayor logro de mi vida, sobretodo a esa edad. Y mi padre sin saber que yo tenía ahí guardada la novela, formateó el ordenador. No se me había ocurrido hacerle una copia o imprimirlo, así que imagínate...Creo que estuve llorando semanas jaja
Mucho ánimo
Publicar un comentario