ATRAPADA

Nos encontraron los años y nos golpearon con fuerza.

Se adueñaron de nosotros sin darnos apenas cuenta, anidando con silencios, apartando las palabras.

Sólo nos quedaron las miradas cansadas, atrapadas en nuestros rostros impasibles que acogen sonrisas forzadas que se niegan a florecer, marchitas entre sueños abandonados.

Las ausencias visten los días con galas de soledad, y espero tu regreso asomada al balcón de los recuerdos.

La indiferencia me somete, me doblega, y caigo derrotada mientras ella se alza victoriosa.

Y llega la noche. Apresado en tu sueño me rodeas con tus brazos, y tus labios se posan sobre mi hombro, cerrando las grietas por las que escapaba el amor.

La felicidad me asalta aferrada a tu abrazo, llenándome de una fuerza invencible que me empuja a continuar.